coyote_correcaminos

Quién ya tenga una cierta edad se habrá dado cuenta de que la manera en la que pensamos, actuamos, hablamos o nos comportamos se debe en gran medida a las influencias que hemos recibido a lo largo de nuestra vida por parte de otras personas: familiares, amigos, maestros, profesores, políticos, cantantes, periodistas…

Muchas de las personas que han influido en mi vida repiten una y otra vez la maternal frase «el no ya lo tienes«, que viene a ser algo así como «por intentarlo no pierdes nada«. Sin embargo solo unos pocos se aplican el consejo a ellos mismos.

Mi amigo Dani era uno de los que SÍ predicaban con el ejemplo. A todos nos llamaba la atención la facilidad que tenía de entablar conversación con desconocidos, de aparecer por sorpresa con una «amiga», de encontrar trabajo… Siempre que quedábamos en algún sitio él siempre estaba allí el primero, con su coche aparcado en la misma puerta. No importaba ni el sitio ni la hora punta, él siempre encontraba aparcamiento cerca del lugar de encuentro. Una vez le pregunté que cuál era su secreto y su respuesta se me quedó grabada a fuego.

«El truco es buscar aparcamiento en el sitio en el que quieres aparcar. Si no hay allí ya tendrás tiempo de ponerte a dar vueltas alrededor.»

Y no le faltaba razón. El resto de nosotros o bien dejábamos el coche en casa y nos íbamos a pie o en bus, o bien dábamos por hecho que no íbamos a poder aparcar el coche en ese sitio y buscábamos alternativas en lugares mucho más alejados. ¿Quién iba a pensar que un sábado por la noche podía haber aparcamiento en pleno centro? Pues bien, quizás solo se quedó libre ese sitio en toda la noche pero Dani era el que pasaba por allí para aprovecharlo.

Además, aunque no tuviera suerte a la primera, el hecho de seguir buscando aparcamiento en desde dentro hacia afuera alrededor de su objetivo le aseguraba (aunque solo fuese estadísticamente) aparcar en el sitio más cercano posible. En el peor de los caso, la opción de aparcar lejos o dejar el coche en casa siempre estaría disponible.

No seas de los que pasan directamente al plan B sin ni siquiera haber probado el plan A. Lucha por lo que realmente quieres y no te conformes con menos a las primeras de cambio. A veces solo es cuestión de intentarlo una y otra vez.