Casualidad o no, en las últimas semanas han sido varios los que me han pedido opinión acerca de su recién estrenado blog. Cada uno de ellos trata temas bien diferentes, sus diseños son dispares y los blogueros que los mantienen poseen distintas personalidades. Aún así, a todos/as les he dado la misma respuesta: lo importante ahora es escribir, el resto de «detalles» ya vendrán luego.

Empezar a escribir un blog

Hace solo unos meses que inauguré mi blog, y aunque todavía esté en pañales, he tenido tiempo de probar, acertar, equivocarme y, sobre todo, informarme sobre lo que funciona y lo que no funciona a la hora de dar los primeros pasos como bloguero. Soy consciente de que necesito un diseño mucho más profesional, una imagen corporativa más limpia, instalar algún que otro plugin que me permita interactuar mejor con los suscriptores, … pero lo más urgente es conseguir una frecuencia de actualización mucho mayor que la que tiene. ¡Necesito escribir más y mejor! Por lo general, las páginas con poco tiempo de actividad pasan desapercibidas para Google. Eso significa que los visitantes llegaran con cuenta gotas y que los que den con nuestra web no se pararán a mirar más allá del contenido, bien porque es lo que han venido a buscar o bien porque son amigos que hemos atraído gracias a las redes sociales.

Cosas que NO deben preocuparnos cuando estamos empezando

  • La publicidad: Para poder ganar dinero vendiendo publicidad, ya sea en la web, en la tele o en la prensa escrita, lo primero que necesitas es una audiencia. Cuando tengas lectores suficientes ya habrá tiempo de poner anuncios.
  • El SEO: como he dicho, para Google (y el resto de buscadores) es como si no existieras. Sí, si buscas tu nombre y apellidos o el título de blog entrecomillado seguro que sí apareces en las primeras posiciones, pero los internautas que no te conocen difícilmente encontrarán una referencia a tu blog. Sin embargo, sí que debemos escribir nuestros artículos teniendo en cuenta las palabras clave, sobre todo para ir cogiendo el hábito.
  • Las visitas: Es lógico, si te conoce poca gente y tienes poco que ofrecer, no esperes saturar el servidor con una avalancha de visitantes. Sigue las estadísticas periódicamente, pero no te dejes vencer por los números bajos.
  • La calidad de los textos: Cuando hacíamos una redacción en el colegio, estábamos acostumbrados a leérsela a nuestras madres antes de entregarla al profesor para que ella nos diera el visto bueno. Ya no estás en el colegio. Revisa las faltas de ortografía y cuida la redacción, pero no te obsesiones con escribir como Cervantes. Por suerte, y esto es algo que todos los periodistas, escritores, redactores y blogueros repiten, es que la calidad de redacción mejora con la práctica.
  • Los plugins: Sea cual sea el gestor de contenidos elegido para tu blog seguro que tiene a tu disposición un directorio con miles de extensiones, complementos, temas y efectos. Si te pones a probarlos todos, perderás el tiempo y, casi con total seguridad, terminarás instalando uno que haga que el panel de control falle, la página se descuadre o que solo aparezca una página en blanco. Céntrate en instalar solo los plugins necesarios: uno para evitar el SPAM en los comentarios y otro para facilitar que los artículos se compartan en redes sociales.

Cosas que SÍ deberíamos de tener en cuenta

  • Contenidos originales: Nada de copy & paste o caerás en los infiernos de Google. Además, la función de un blog debe ser aportar un nuevo punto de vista, ofrecer opiniones y generar conocimiento. Es lógico y normal que te documentes, pero transmítelo «con tus propias palabras».
  • Buscar un buen título: Hay quien dedica más tiempo en construir el título del post que en redactarlo. Y no les falta razón, ya que el título es el anzuelo que hará a nuestros potenciales lectores interesarse por nuestro artículo.
  • Formatear correctamente el texto: Vivimos en la sociedad de la prisa, por eso cuando  nuestro cerebro se encuentra con un texto en la web, lo escanea rápidamente en busca de palabras clave a modo de resumen para asegurarse que merecerá la pena perder el tiempo en seguir leyendo. Poco útil será pasarnos una tarde escribiendo un texto de 1.000 palabras si no lo mostramos de forma que de ganas de leerlo. Debemos hacer uso de encabezados, subencabezados, negritas, listas, imágenes de calidad…
  • Escribir varios posts a la semana: Ya lo he dicho antes, fundamental nutrir el blog frecuentemente. A más contenido más posibilidades de atraer visitantes y enlaces entrantes.
  • Establecer una temática: Millones de ideas rondan nuestra cabeza diariamente, pero hay que saber distinguir cuáles tiene cabida en nuestro blog y cuáles no. Quien mucho abarca poco aprieta. Aún así, si no podéis resistir la tentación de escribir sobre temas off topic que nada tienen que ver con el tema central de la web, podéis ocultar categorías y artículos usando este plugin.

Un poco más abajo dejaré, a modo de bibliografía, algunos enlaces de artículos relacionados con el tema que me han parecido interesantes y que pueden ayudar a facilitarnos la tarea de sentarnos delante del teclado para escribir.

Espero que os sean útiles esto consejos y si sabéis de alguno más que os haya funcionado  ¡estoy deseando conocerlo! Deja tu comentario.

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