Parece que fue ayer cuando decidí publicar y mantener este blog y casi sin darme cuenta ha pasado ya un año (y pico). Más de 365 días que han dado para mucho. Pero, ¿qué ocurre en la vida de un blog durante su primer año?

He retrocedido atrás en el tiempo para leer el primer post que escribí y darme cuenta de que no he perdido el rumbo, de que el objetivo de este blog sigue siendo el mismo que el de hace un año. Curiosamente el objetivo sí pero el nombre no: en esa introducción hago referencia al antiguo título del blog «Buscando el siguiente escalón» que durante este periodo ha sido sustituido por otro no tan romántico pero mucho más efectivo para el posicionamiento.

El diseño de la web

El diseño también ha cambiado en varias ocasiones, probando diferentes temas de WordPress, colores, tipografías… hasta llegar al actual que, por ahora, «da el apaño». Esas son el tipo de cosas en las que,como dije en Consejos para blogueros que empiezan, no había que perder el tiempo pero en las que al final acabas cayendo irremediablemente.

Los artículos del blog

Han sido un total de 60 artículos, lo que arroja una triste media de poco más de uno a la semana. Si bien he escrito todo lo que he podido teniendo en cuenta que el trabajo y los nuevos proyectos no me han dado (afortunadamente) ni un respiro, estoy convencido de que la frecuencia de publicación es uno de los aspectos que puedo mejorar para afrontar este segundo año de vida.

Las visitas

Las visitas han ido creciendo linealmente de manera constante en estos 12 meses, a medida que el blog se iba llenando de contenidos, Google comenzaba a tenerlo en cuenta y aumentaba el número de suscriptores.

Los comentarios

Entre todos los artículos suman 150 comentarios válidos, que no está mal si tenemos en cuenta que la mayoría de los temas tratados no eran muy dados a comentar. En este apartado se lleva la palma el post No es lo mismo ser emprendedor que ser empresario con 26 comentarios seguido de lejos por los 12 de 10 razones por las que tú no puedes ser Community Manager, ambos escritos precisamente con la intención de fomentar la participación de los lectores.

El posicionamiento

Debido a mi percance con el SEO negativo me ha costado bastante volver a ganarme la confianza de Google y en la mayoría de las palabras clave objetivo no aparezco antes de las segunda página de resultados. Por otro lado, muchos de los artículos han conseguido una buena cantidad de enlaces backlinks en otras webs que espero poco a poco den su fruto.

Las Redes sociales

Cada artículo tiene un contador de Twitter, Facebook y Google+ lo que me ha permitido hacer un seguimiento del interés que ha despertado cada uno de ellos en redes sociales. Algunos han gustado más en Facebook, como por ejemplo 5 cosas que no hay que hacer cuando vendes servicios, y otros han sido compartidos más a través de Twitter y Google+, como 10 razones por las que tú no puedes ser Community Manager. Me temo que también ha habido algunos que han pasado sin pena ni gloria, pero me han servido para analizar qué he podido hacer mal: la elección del tema, la redacción del  título, la hora de publicación…

Colaboraciones en otros blogs

Tener un blog «propio» no es excusa para dejar de escribir en otros sitios y durante este año he sacado tiempo de donde no había para colaborar con portales como Todo Startups, Una docena de… o Puromarketing, y también para aportar mi granito de arena en los blogs de otros proyectos en los que participo, como Deidos o Unipimus. Es una satisfactoria práctica que te permite escribir de otras materias que no tienen cabida en  la temática de tu blog.

La comunidad

Además del evidente crecimiento del número de seguidores en las distintas redes sociales, el blog me ha servido de excusa para entablar conversación con personas afines, blogueros y blogueras, amantes del marketing online, programadores y tuiteros de todo el mundo que de otra manera habrían sido difícil de contactar. Gracias a eso, ahora sigo a más personas, leo más blogs y me intereso por más temas que hace un año.

Conclusiones

Seguramente no te haya contado nada que tú no supieras ya. La mayoría de las conclusiones a las que he llegado en este artículo están recogidas en miles de listas de «ventajas de tener un blog«, pero es ahora, un año después, cuando he podido comprobar experimentalmente lo que la teoría decía ¡demostrado!

Espero que este artículo sirva para animar a los que estáis en estos momentos pensando en montar un blog.